Los mejores vinos para acompañar sushi

El sushi es un plato tradicional japonés a base de arroz aderezado con vinagre, combinado con ingredientes como pescado crudo, mariscos, verduras y algas. Su delicado equilibrio de sabores y texturas exige un acompañamiento que resalte sus matices sin opacarlos. Su maridaje tradicional es el sake, sin embargo los vinos blancos, espumosos e incluso algunos tintos ligeros pueden ayudar a potenciar la experiencia gastronómica. Acá una selección de los mejores vinos para acompañar sushi.

Sauvignon Blanc – Para Nigiri y Sashimi de Pescado Blanco

Las notas cítricas y herbáceas del Sauvignon Blanc es ideal para acompañar nigiri o sashimi de pescado blanco como el pargo o la lubina. Su acidez equilibrada resalta la frescura del pescado sin sobrecargar el paladar.

Chardonnay – Para Sushi de Salmón

El salmón, con su textura grasa y sabor intenso, encuentra en un Chardonnay joven y sin paso por barrica un excelente compañero. Sus notas frutales y leve mineralidad complementan la untuosidad del pescado.

Riesling – Para Sushi con Salsas Dulces o Picantes

El dulzor natural y la acidez del Riesling armonizan perfectamente con los rolls que incorporan salsas agridulces o picantes, como el unagi (anguila con salsa teriyaki) o los makis con mayonesa picante.

Pinot Noir – Para Sushi con Atún Rojo o Toro

Si bien los tintos no suelen ser la primera opción para el sushi, un Pinot Noir ligero y de buena acidez puede ser una elección acertada para acompañar cortes grasos de atún, como el toro. Su suavidad y notas frutales equilibran la intensidad del pescado.

Espumoso Brut – Para Tempura Rolls y Sushi Variado

Los espumosos secos, Brut, aportan frescura y burbujas que limpian el paladar entre bocados, haciéndolos perfectos para rolls con tempura.

Albariño – Para Sushi con Mariscos

El Albariño, con su caracter salino y notas cítricas, es un gran aliado para el sushi que contiene mariscos como camarón, vieiras o pulpo. Su frescura realza los sabores marinos sin abrumar.

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Este maridaje es basto, complejo y permite abrir nuevas experiencias. La clave está en encontrar un equilibrio entre acidez, frescura y cuerpo del vino, con la sutiliza y texturas del sushi.