Qué diferencia existe entre la guarda en barricas de roble francés y roble americano

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Dentro de las tareas que tiene el enólogo, cuando se decide que un vino debe tener crianza aparece una disyuntiva que involucra una serie de decisiones críticas que afectan el sabor, aroma y carácter del vino. Se trata de la elección del tipo de roble que se utilizará para la guarda. Dos de las opciones más populares son el roble francés y roble americano, cada uno con sus propias características distintivas. A continuación, exploraremos las diferencias clave entre estos dos tipos de roble y cómo influyen en el vino.

Origen y características del roble francés

El roble francés, conocido como Quercus robur y Quercus petraea, es originario de los bosques de Francia y se utiliza ampliamente en la elaboración de vinos de alta gama. El roble francés es conocido por sus características sutiles y elegantes.

Grano fino: El roble francés tiene un grano más fino en comparación con su contraparte americana, lo que permite una menor transferencia de sabores al vino. Esto suele resultar en una integración más suave de los sabores del roble en el vino.

Aromas y sabores: El roble francés aporta sabores y aromas más suaves y complejos al vino. Puedes esperar notas de vainilla, especias sutiles, nuez moscada y notas florales.

Estructura: El roble francés tiende a aportar una estructura más elegante y taninos más suaves al vino. Esto es especialmente deseable en vinos tintos de Borgoña y algunos vinos blancos.

Origen y características del roble americano

El roble americano, conocido como Quercus alba, es nativo de América del Norte y es ampliamente utilizado en la elaboración de vinos en Estados Unidos y América Latina. El roble americano se caracteriza por ser más robusto y aportar sabores más pronunciados.

Grano grueso: El roble americano tiene un grano más grueso, lo que facilita una mayor transferencia de sabores al vino. Esto puede resultar en un perfil de sabor más intenso y evidente.

Aromas y sabores: El roble americano aporta notas de coco, vainilla, caramelo y a veces, incluso notas de coco y tabaco. Estos sabores tienden a ser más audaces y notorios en comparación con el roble francés.

Estructura: El roble americano aporta una estructura más robusta y taninos más astringentes al vino. Esto puede ser deseable en vinos tintos de estilo más potente, como los vinos de la región de California.

Elección del roble

La elección entre roble francés y roble americano depende en gran medida del estilo del vino que el enólogo desea crear. Algunas consideraciones a tener en cuenta incluyen:

Tipo de vino: Los vinos tintos con más cuerpo y estructura a menudo se benefician de la crianza en roble americano, mientras que los vinos más delicados y elegantes suelen ser ideales para el roble francés. Los vinos blancos también pueden verse influenciados por la elección de roble.

Tostado: Un punto más a tener en cuenta es el nivel de tostado de la barrica de roble, este puede aportar un caracter distinto al vino, así como diferentes notas que van desde algunas cercanas al dulce, como la vainilla y el chocolate, hasta notas ahumadas, cuero o animales.

Presupuesto: El roble francés tiende a ser más costoso que el roble americano, lo que puede influir en la elección, especialmente para pequeñas bodegas.

Tradición regional: En algunas regiones vinícolas, como Borgoña, el uso del roble francés es una tradición arraigada, mientras que en otros lugares, como California, se ha adoptado el roble americano de manera prominente.

En conclusión, la elección entre roble francés y roble americano es una decisión fundamental en la guarda del vino. Cada tipo de roble aporta características distintivas que influyen en el carácter del vino. La elección dependerá del estilo deseado, el presupuesto y la tradición regional. Ambos tipos de roble tienen su lugar en el mundo del vino, y los enólogos expertos seleccionan el que mejor realce las cualidades de su vino.

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