La experiencia sensorial de cada copa es personal y lo más importante es que la puedas disfrutar, sin embargo, el vino posee muchísima información (una amplia gama de aromas, sabores y texturas) que solo bebiéndolo muchas veces pasamos por alto. La cata o degustación es el proceso por el cual podemos diseccionar y decodificar esa información en búsqueda de mejorar nuestra experiencia con la bebida. Aquí ofrecemos una guía de cómo catar un vino.
Cómo catar un vino
La degustación o cata es un proceso que permite apreciar y evaluar las características de un vino, incluyendo su aroma, sabor, textura y calidad general. Consta de tres pasos fundamentales: la vista; el olfato o nariz, y los sabores que distinguimos en la boca.
Analisis visual
La primera impresión se obtiene a través de la vista. Hay que examinar el vino que tenés en la copa, donde buscamos el limpidez color, reflejos, la intensidad, la densidad, todo nos aportan datos a tener en cuenta.
Limpidez: Observamos si es vino es brillante u opaco, dependiendo si tiene restos de materia orgánica.
Densidad: El vino puede ser fluido en copa o tener viscosidad, esto nos puede un indicador de materia orgánica y nivel de alcohol. También se representa en las lágrimas. Lo que se conoce como el efecto marangoni.
Color, intensidad y reflejos: Inclina la copa 45° sobre una superficie blanca para observar el color del vino en el centro y a los lados, los reflejos. Los vinos blancos pueden variar desde amarillo pálido hasta dorado o ambar, mientras que los tintos bajan en intensidad con la evolución desde un violeta o rojo intenso hasta un teja o naranja. La intensidad y la claridad del color pueden ofrecer pistas sobre la edad, estilo de vinificación y la variedad de la cepa. Con el tiempo los vinos tienden al color marron, es el color final.
Presencia de gas carbónico: En una cata técnica se debe diferenciar los vinos espumantes de los vinos tranquilos.
Análisis olfativo

El segundo paso es la búsqueda de aromas -notas- que encontraremos en la copa.
Sanidad: Lo primero que se sentirá será si el vino es sano o posee algún defecto. De ser el caso, el primer acercamiento a la nariz lo hará notar. Es por eso que usualmente, los sommelier en los restaurantes huelen el vino antes de ofrecerlo.
Primera Nariz: La primera nariz ofrecerá los aromas primarios del vino, se destacarán los descriptores aromáticos y volátiles de cada variedad de uva. Es la expresión más frutal.
Agitar la copa: Gira suavemente la copa para liberar los aromas. Luego, acerca tu nariz al borde de la copa y huele el vino. De esta manera se liberarán los aromas secundarios y terciarios que tenga el vino. Son aquellos que provienen del proceso de vinificación (secundarios) y el envejecimiento (terciarios). Estos pueden incluir notas de roble como la vainilla, tabaco o cuero (secundarios) o el bouquet (terciario).
Análisis gustativo y de textura
El último paso del análisis sensorial es la degustación en boca donde confirmaremos los sabores retronasales y distinguiremos las texturas del vino.
Sip & Swish: Toma un pequeño sorbo de vino y pásalo por toda la boca. Presta atención a la textura, el cuerpo y la estructura del vino.
Taninos, acidez y alcohol: La base de la pirámide del análisis gustativo de vino se da por la tríada de la acidez, el alcohol y los polifenoles, en los tintos, taninos. Todos se evalúan en una escalada de bajo-medio-alto y luego se caracterizan. Son elementos fundamentales para el envejecimiento del vino. La búsqueda es que haya un balance entre los tres.
Lengua y Paladar: Cuando el vino llega al paladar buscamos sabores similares a los aromas que detectamos previamente. En la lengua podremos sopesar la contextura que tiene el vino para saber su ‘cuerpo’, si es liviano, medio o completo. Así también si un vino es directo (sigue de largo en la boca), o si por el contrario, su peso hace que se quede.
Final y Retrogusto: Después de tragar o espitar el vino debemos analizar dos cosas: la duración de los sabores en la boca y la garganta, lo que se conoce como el final; y la descripción de eso sabores que se sostienen, el retrogusto. Con eso completaremos una degustación técnica.
La degustación o cata de vinos es una habilidad que se desarrolla con la práctica y la experiencia. No dudes en explorar diferentes tipos de vinos y seguir catando para mejorar tu paladar y tu apreciación del vino.



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