Para qué sirve el decantador de vino

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Quizás has escuchado las expresiones ‘dejar respirar el vino’ o ‘ hay domar los taninos’, ambas están relacionadas con el proceso de oxigenación necesario en algunos vinos de alta concetración de taninos y sabores. Aquí es donde entra el decantador, pero ¿ para qué sirve el decantador de vino?.

Decantar el vino es un proceso que implica verter el vino de su botella original a otro recipiente, llamado decantador. Esto se hace principalmente por dos razones: separar el vino del sedimento que pueda haberse acumulado en la botella y permitir que el vino respire, lo que puede mejorar su sabor y aroma.

Los dos usos del decantador de vino

Separación del sedimento: Algunos vinos, especialmente los vinos tintos añejos y los vinos de guarda, así como algunos realizados sin proceso de filtrado pueden desarrollar sedimentos naturales a lo largo del tiempo. Estos sedimentos consisten en partículas sólidas que se forman durante el proceso de envejecimiento del vino. Si se sirviera directamente de la botella, estos sedimentos podrían terminar en la copa. Si bien no afectan al sabor, si dan una textura y cambian la claridad del vino. Decantando el vino, puedes separar el líquido claro del sedimento, asegurando una experiencia de degustación más agradable.

Permitir la aireación: El proceso de decantación también permite que el vino entre en contacto con el aire, lo que puede abrir y desarrollar sus aromas y sabores. Vinos tintos robustos, de largo paso por  barrica de roble pueden beneficiarse de este proceso, ya que el contacto con el aire puede suavizar los taninos astringentes y liberar compuestos volátiles que influyen en el aroma del vino. La aireación puede ayudar a que el vino alcance su pleno potencial aromático y gustativo.

Paso a paso cómo decantar un vino

Coloca la botella en posición vertical: Esto permitirá que los sedimentos se asienten en el fondo de la botella antes de verter el vino.

Selecciona un decantador limpio: Asegúrate de que el decantador esté limpio y libre de olores que puedan interferir con el aroma del vino.

Abre la botella de vino: Retira la cápsula y el corcho con cuidado para evitar que caigan sedimentos en el vino.

Vierte el vino lentamente: Vierte el vino de la botella al decantador de manera lenta y constante. Cuando empieces a ver los sedimentos acercándose al cuello de la botella, detén el vertido.

Observa los sedimentos: Puedes utilizar una fuente de luz brillante detrás de la botella para ver los sedimentos. Deja una pequeña cantidad de vino en la botella junto con los sedimentos.

Deja reposar o sirve inmediatamente: Puedes dejar que el vino repose en el decantador durante un tiempo breve (10-30 minutos) para permitir la aireación antes de servirlo. No obstante, no todos los vinos necesitan ser decantados por tanto tiempo; algunos vinos jóvenes solo necesitan unos minutos.

Sirve el vino: Sirve el vino desde el decantador en copas limpias.

Recuerda que no todos los vinos necesitan ser decantados. Los vinos más jóvenes y frescos no suelen tener sedimentos y podrían no necesitar una aireación prolongada. En general, la decisión de decantar un vino depende del tipo de vino y tus preferencias personales.

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