Características de la Tempranillo

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La tempranillo es la variedad tinta más representativa de España. Es la base para los vinos de denominaciones de origen reconocidas mundialmente como Rioja y Ribera del Duero (donde se llama Tinta Fina). Originaria de la zona de Logroño y Navarra, tiene fuerte impronta en Portugal mientras que gana terreno en el nuevo mundo. Ofrece vinos fáciles de tomar, de taninos y acidez media, pero con capacidad de envejecimiento y buena relación con la madera.

Origen e historia del Tempranillo

Aunque sus orígenes se pierden en el tiempo, investigaciones recientes apuntan a una relación genética entre el Tempranillo y el Turruntés (Albillo Mayor). Los primeros registros fiables de esta uva datan del siglo XIX, cuando fue elogiada en zonas como Logroño y Peralta (Navarra), lo que sugiere un origen local en el norte de España.

Su nombre proviene de su maduración temprana —“temprano”—, ya que completa su ciclo vegetativo antes que otras variedades del sur de Europa.

Adaptación al terroir y características de la vid

La cepa presenta un porte erguido y racimos compactos, de tamaño medio y hombros bien definidos. Sus bayas, también medianas, se distinguen por su piel gruesa, responsable del color intenso y la buena capacidad de envejecimiento de los vinos. Pese a su fortaleza, el Tempranillo es sensible al frío, la falta de sol o las lluvias tardías, y susceptible a enfermedades como el oídio o la eutipiosis, aunque resiste bien a la botrytis.

Esta sensibilidad se palpa de primera mano en Rioja, donde las fechas de maduración de la uva varían notablemente entre las comarcas riojanas. En las zonas cálidas de Rioja Oriental, la vendimia puede empezar a finales de agosto, mientras que en las más frescas de Rioja Alta se prolonga hasta octubre. Estas diferencias aportan matices únicos al perfil aromático y estructural de los vinos.

Los nombres del Tempranillo en España y Portugal

El Tempranillo adopta diferentes denominaciones según la región donde se cultiva: Cencibel en La Mancha y Valdepeñas, Tinta Fina en Ribera del Duero, Ull de Llebre en Cataluña, Tinta de Toro en la D.O. Toro y Tinta Roriz en Portugal. Todas comparten la misma identidad genética, aunque el clima y el suelo otorgan diferencias sutiles en sus vinos.

Enología: versatilidad y expresión del terroir

En términos enológicos, el Tempranillo es un fiel reflejo del entorno y de las técnicas de elaboración. Permite producir una amplia gama de estilos: rosados frescos, vinos jóvenes elaborados por maceración carbónica, tintos con equilibrio entre fruta y madera, y grandes reservas con excelente potencial de guarda.

Sus vinos se caracterizan por aromas que evolucionan según la región y el proceso enológico, pero suelen destacar notas de ciruela, fresa madura y regaliz. Presentan acidez media, taninos redondos y un grado alcohólico medio-alto, con una textura suave y una afinidad natural con el roble.

El Tempranillo en el mundo

Aunque su origen está en la península ibérica, el Tempranillo ha conquistado otras regiones vitivinícolas del mundo gracias a su capacidad de adaptación. En el Nuevo Mundo, destaca su presencia en California, Oregón y Texas, donde se elaboran vinos de corte moderno y frutal. También se cultiva con éxito en Argentina, Chile y México, donde los enólogos han encontrado en esta variedad una aliada para producir tintos de gran cuerpo y elegancia.
En Australia, el Tempranillo se ha convertido en una de las variedades emergentes más apreciadas, especialmente en regiones como McLaren Vale y Riverland, mientras que en Sudáfrica y Nueva Zelanda su cultivo crece cada año, demostrando su potencial global.

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